Apertura de líneas sanguíneas con el genotipo del jaguar en México
Hada llegó hace más de 10 años procedente de vida silvestre, presuntamente un cazador la entregó después de haber matado a la madre y encontrar a la pequeña cachorra.
Hoy Hada, una hembra de carácter fuerte, es uno de los íconos que llevan nuestra misión tatuada en cada roseta. Después de 8 años de intentos de acoplamiento, Hada pudo finalmente aceptar al macho de nombre Matías, también procedente de vida silvestre, y a lo largo de 2 años finalmente se logró la primer cría de 2 jaguares de vida silvestre en nuestro país, convirtiéndose así en un logro nacional e internacional que permite revivir la esperanza de recuperar el fenotipo y genotipo de los jaguares mexicanos.
Los jaguares que respetan dichas premisas son los únicos que tienen una esperanza para repoblar, en un futuro cercano, áreas prioritarias que lo requieran dentro de los corredores biológicos del jaguar.
