"El animal tiene, como tú, un corazón que siente. Conoce, como tú, la alegria y el dolor.
El animal tiene, como tú, sus aspiraciones y un derecho a la vida"
Tosco y macizo, con un cuerpo robusto y las extremidades sólidas y más bien cortas. Su cabeza es voluminosa, tiene la mandíbula prominente, el color de sus ojos varía de amarillo oro a un amarillo verdoso y sus orejas son relativamente pequeñas y redondeadas.
Un jaguar adulto puede llegar a medir entre 1.12 y 1.70 m de largo, sin incluir la cola, que oscila entre los 45 y 75 cm de largo, y alcanza 60 cm a la altura de los hombros. Llegan a pesar alrededor de 60 o 70 Kg. También, se han encontrado animales muy grandes de hasta 1.85 m de largo, 75 cm de alto y un peso de hasta 136 Kg. Sus colmillos son relativamente más grandes que los de otros félidos de similar tamaño, como el puma. Se estima que la fuerza de su mordida es superior a la de todos sus parientes. El color del jaguar por lo general va de amarillo a naranja-rojizo con pintas negras, las cuales se presentan en patrones circulares en forma de rosetas. Su coloración y aspecto general es muy similar a la del leopardo de África y Asia, pero las rosetas en el jaguar son más grandes y elaboradas, siendo también el jaguar un animal más grande y robusto.
Reino: Animalia
Filum: Chordata
Subfilum: Vertebrata
Clase: Mammalia
Orden: Carnivora
Familia: Felidae
Especie: Panthera onca
En algunos individuos se produce una condición llamada melanismo, un exceso de pigmentación en el cual el color amarillo es sustituido por diferentes tonalidades de pardo oscuro. Algunos ejemplares con melanismo parecen totalmente negros, aunque se pueden apreciar las manchas si se los mira de cerca. La condición melanística es el resultado de un alelo dominante y se da en aproximadamente un 6% de la población. A estos animales se les conoce comúnmente como “panteras negras”.
El jaguar es el felino más grande del continente americano, se distribuye desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de Argentina, adaptándose en diferentes hábitats como selva húmeda, selva seca, bosque de pino-encino, desierto y manglar.
México tiene una población de 4,000 jaguares en vida libre y el estado de Oaxaca, donde nuestra fundación está ubicada, habita una población estimada de 400 jaguares, siendo las regiones del Istmo y Sierra Norte las más importantes
EL PODER DEL FELINO MÁS GRANDE.
Para nuestros ancestros mayas, aztecas, olmecas, el jaguar era venerado por los grupos elite de la sociedad como gobernantes, sacerdotes y guerreros no solo por su fiereza y fuerza o por ser considerado el felino más fuerte de América. Se creía que reyes y nobles compartían sangre de la misma fiera.
“El jaguar es una figura sagrada que pertenece a otro espacio y mundo que no es el de los pueblos ni el espacio civilizado y controlado por todos los hombres. El jaguar representa lo que está fuera, en otro espacio, y se le sigue viendo como el señor de los animales” afirma María del Carmen Valverde Valdés, doctora en Estudios Mesoamericanos por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
Para el hombre mesoamericano, representaba no solo un animal en sus selvas sino una existencia material cargada de una fuerte vivencia espiritual, jugaba un papel trascendente en el universo.
Símbolo ambivalente, la vida del hombre con la naturaleza, el inframundo, la fertilidad y la vida misma. El jaguar ha hablado por el hombre desde su existencia en la tierra y lo seguirá haciendo hasta el fin de sus días. Aún podemos ver símbolo de su grandeza en el arte de la cultura maya, su arquitectura, cerámica, pintura y escultura nos hablan de la grandeza del verdadero rey de la selva.